domingo, 12 de octubre de 2008

“LAMENTOS DE UN AMOR INEXISTENTE”



-Fragmento I-



El cielo solloza tu dolor y tu pesar en la forma de una triste lluvia plateada…
Y así de inmenso como tu pesar es, así de intensa y perenne la lluvia es.


Las amargas lágrimas que de la bóveda celeste,
Caen inexorablemente sobre el erial, estéril e infecundo,
Se deslizan lenta y dolorosamente sobre las tiernas nervaduras de unas desprotegidas, lastimadas y temerosas hojas de jade,
Mancillando así, a una solitaria y abandonada flor, 
Otrora hermosa y resplandeciente, 
Ahora carente de belleza y vitalidad,
Ahora debilitada y herida por crueles agonías, y tormentos despiadados,
Que hace un último esfuerzo por no dejar escapar su último halo de vida,
Su última esperanza por la felicidad…
Y así de ingrata como tu felicidad es, así de intensa y perenne la lluvia es.


Un desesperado grito de dolor hecho por tu corazón brutalmente lastimado,
Por tu amor en mil pedazos destrozado,
Ríos pletóricos de sangre corren por la tierra sin cesar,
Vierten y tiñen de un brillante rojo carmesí las más profundas entrañas de la mar,
Famélicas manos, copiosamente ensangrentadas en tu demacrado rostro están,
Ocultar tu penar, imposible es de realizar,
Detener tu llorar, inconcebible es para tu alma materializar,
Tu interminable y lastimero llanto, escrito en el cielo está, que desgraciado y eterno será,  
Y así de doloroso como tu llanto es, así de intensa y perenne la lluvia es.